El Papa Francisco hizo un llamado para facilitar el anuncio de la fe católica en China. Las palabras del Pontífice fueron expresadas en una audiencia general en la plaza de San Pedro, en Roma, frente a una multitud de personas.
La autoridad religiosa expresó su solidaridad con los católicos chinos y exigió que se facilite el anuncio de la fe en el país asiático con toda “su plenitud, belleza y libertad”. El Papa recordó que este miércoles se celebra la Jornada Mundial de Oración por la Iglesia Católica en China, e hizo un llamado de “cercanía a nuestros hermanos y hermanas de China, compartiendo sus alegrías y esperanzas”.
La máxima autoridad de la Iglesia Católica extendió sus palabras “a todos los que sufren, pastores y fieles, para que en la comunión y solidaridad de la Iglesia universal experimenten consuelo y aliento”.
Francisco imploró “para que la buena nueva de Cristo resucitado y crucificado sea proclamada en su plenitud, belleza y libertad, dando fruto para el bien de la Iglesia católica y de toda la sociedad china”.
Las palabras del Papa nacen después que China nombrara un nuevo obispo para Shanghái sin la autorización del Vaticano. El elegido fue el monseñor Shen Bin, y la decisión pasó por encima del pacto bilateral que consta que los obispos se nombran de manera conjunta. Este acuerdo se firmó el 2018 y se prorrogó el 2020 y el 2022.
Desde el interior del Vaticano se enteraron de este nombramiento por medio de la prensa, lo que generó molestia al interior de la curia. Sin embargo, estos conflictos no son nuevos: desde hace años que China y el Vaticano se han enfrentado por las designaciones de obispos, todo esto porque ambas partes rompieron sus lazos formales de diplomacia cuando el régimen comunista llegó al poder.