El expresidente Sebastián Piñera reiteró en su visita a España la hipótesis de que en el año 2019 fue víctima de un Golpe de Estado no tradicional. Tal y como lo expresó hace semanas en una entrevista a Radio Mitre en Argentina, el exmandatario considera que la ola de manifestaciones que sacudieron al país en el marco del estallido social no fue más que un intento por desestabilizar su Gobierno.
A juicio del político chileno, la izquierda no fue lo suficientemente clara en condenar los acontecimiento de aquella época. Por esta razón, cuestionó el proceder de los opositores a su mandato y sostuvo que se trató de un movimiento inusual con el que se buscó “derrocar” al presidente.
“Se generó una ola irracional de violencia criminal que no respetó a nada ni a nadie, donde la consigna era quemarlo todo, cosas tan nobles como escuelas, hospitales, iglesias, el Metro de Santiago”, indicó en el diario español ABC.

Asimismo, señaló que “la izquierda no tuvo una posición de clara condena a la violencia. Muy por el contrario, fue ambigua, la toleró, la apoyó, la justificó e incluso buscó formas de derrocar a un presidente que había sido elegido democráticamente”.
En esta línea Piñera, quien gobernó Chile durante dos períodos, fue enfático en destacar que no fue una acción tradicional “porque no tenía nada que ver con los golpes habituales en América Latina. Fracasó, pero el objetivo era derrocar debilitar las bases de la democracia“.
“Hubo un riesgo inminente de que tomaran el Palacio de La Moneda que era el objetivo que persiguieron permanentemente durante esos días, junto con quemar otros edificios emblemáticos”, recordó.