En la Cumbre de Mandatarios de América del Sur, el jefe de Estado de Brasil, Lula da Silva, calificó de “narrativas” las críticas sobre las violaciones a los derechos humanos en Venezuela. Luego de la instancia, Gabriel Boric, presidente de Chile, aseguró que le planteó a su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro, su preocupación por la forma de actuar del régimen.
“Expreso, respetuosamente, que tengo una discrepancia con lo dicho por el presidente Lula, en el sentido de que la situación de los derechos humanos en Venezuela fue una construcción narrativa. No es una construcción narrativa, es una realidad, es grave”, dijo el Presidente Boric en conversación con la prensa.
Además, el mandatario aseguró estar contento que Venezuela regrese a las reuniones multilaterales, porque cree que estos son los espacios donde se resuelven los problemas.
Esto sucede luego que Lula da Silva asegurara que “he ido a países que no saben dónde queda Venezuela, pero dicen que Venezuela tiene una dictadura. Nicolás Maduro, ustedes tienen que deconstruir esa narrativa“.
El mandatario chileno no fue el único en reaccionar a los dichos del jefe de Estado de Brasil. La directora de la División de las Américas de Human Rights Watch, Juanita Goebertus, dijo que “como con Ucrania, Lula debería entender que si quiere que Brasil tenga un rol de liderazgo frente a Venezuela, debe empezar por un diagnóstico acertado y no falseado de la realidad”.
Juan Guaidó respondió vía Twitter a los dichos de da Silva, y declaró que ”Lula me ataca para evitar lo evidente, él blanquea y respalda a quien está señalado por torturar a la oposición, terrorismo y narcotráfico y por crear la crisis de desplazados más grande del continente. Presidente Lula, puede atacarme, pero ¿hablará de elecciones y derechos humanos? (sic)”.
A la asamblea también asistieron los mandatarios de Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Surinam y Uruguay.