Con poco más de mil habitantes, la localidad de Cariño Botado es el lugar de una ingrata anécdota: cuando el Ejército de Los Andes se propuso cruzar la Cordillera en el verano de 1817, la comunidad de la zona preparó un suntuoso banquete para agasajar a los independentistas en su paso hacia el valle central. Pero estos desviaron su marcha a último momento y continuaron por otro derrotero, dejando a los habitantes con la mesa servida.
La historia del “cariño botado” terminó por darle el nombre a esta localidad ubicada en la pre-cordillera de la región de Valparaíso. Tal como en cientos de otros lugares de nuestro país, la vida de sus habitantes transcurre de manera apacible, alejada de la atención mediática, salvo uno que otro chispazo de luz que se posa sobre ella. Por lo general, los ojos de la opinión pública están puestos en Santiago, ciudad que absorbe la mayor parte del interés público.
Bien conocida es, por ejemplo, la Falla San Ramón, estructura geológica que cruza ocho comunas del piedemonte cordillerano de la capital y donde viven más de 1,8 millones de personas. Pero pocos conocen la Falla Cariño Botado (FCB), ubicada 50 km al norte de Santiago y objeto de estudio de un grupo de investigadores de la U. de Chile en colaboración internacional.
La Falla Cariño Botado (FCB)
Aunque la Falla Cariño Botado (FCB) se conoce desde hace al menos quince años (se encuentra a los pies de la Cordillera de Los Andes, en el borde oriental de las ciudades de Los Andes y San Esteban y está alineada con la falla de San Ramón, ubicada en la Región Metropolitana), poco se conocía sobre su tectónica y potencial sismogénico.
Un reciente trabajo se propuso revelar estas y otras características. Se trata del paper “Active thrust tectonics along the western slope of the Central Andes southernmost Pampean flat-slab segment (~33°S, Chile): The Cariño Botado fault system” , publicado en septiembre pasado en la revista Geomorphology por investigadores de la Universidad de Chile, University of Iceland, University of Toulouse (Francia) y Baylor University (EE.UU.), quienes realizaron mapeos en terreno, datación y revisión de bibliografía durante varios años.
José Estay, investigador principal del estudio, señala que “los principales desafíos que enfrentamos para llevar a cabo el trabajo se relacionaron con dilucidar con mayor detalle el rango temporal de las últimas activaciones con evidencia de ruptura superficial de la falla, así como la cantidad de deslizamiento asociado. En ese sentido, fue crucial encontrar un sitio con evidencia de su último período de actividad, seleccionar sedimentos adecuados para fechar este episodio e idear un método para estimar el deslizamiento asociado a este último movimiento“.
Tras diversos análisis, los investigadores lograron revelar detalles de la Falla Cariño Botado:
- La FCB se ubica en la pre-cordillera de la región de Valparaíso en sentido norte-sur.
- Tiene al menos 15 km de extensión.
- Es una falla inversa, es decir, que monta rocas de millones de años de antigüedad del bloque cordillerano sobre sedimentos recientes de miles de años.
- Es activa, pues afecta capas con sedimentos de unos 8.700 años de antigüedad.
- La FCB forma parte de un sistema estructural mayor, llamado sistema estructural Pocuro.
- Considerando las observaciones geológicas junto con modelos globales de fallas activas, la FCB sería capaz de generar terremotos corticales, es decir, superficiales, de magnitudes entre 6 y 7,5.
- Presenta varias similitudes con la Falla San Ramón, la famosa falla de la Región Metropolitana.
“Desde un punto de vista morfológico y estructural, la FCB presenta similitudes con la Falla San Ramón, aunque aún debe estudiarse si existe una conexión en profundidad“, dice el Dr. Gabriel Easton Vargas, investigador del departamento de Geología U. de Chile y uno de los co-autores del estudio.