Luego de que el Príncipe Harry confesara en su libro En la sombra haber asesinado a 25 talibanes durante seis misiones en el año 2012 y 2013, el grupo terrorista Al Qaeda ordenó su asesinato de manera inmediata.
Las palabras del príncipe fueron las siguientes: “Cuando me encontré sumergido en el calor y la confusión del combate, no pensé en esos 25 como personas. Eran piezas de ajedrez quitadas del tablero”.
El grupo Al Qaeda respondió en un comunicado que: “La confesión nos revela la cantidad de condescendencia, discriminación y amor a la criminalidad en los genes de este componente humano… Daremos paso a las manos islámicas para que sean ellas las que tomen su justa venganza”.
Por si eso no fuera suficiente, Al Qaeda también pidió a la propia familia real que abandone por completo a Harry, quien renunció a sus funciones oficiales en marzo de 2020, y le deje a merced de la justicia islámica.