En las primeras horas de este lunes se concretó el encuentro entre el Papa Francisco y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel. Este es la cuarta reunión entre ambos jefes de Estado: el primero fue el 2013, el 2015 se repitió el cara a cara cuando el Papa fue a la isla, y el 2016 coincidieron en La Habana durante el encuentro entre el Sumo Pontífice y el Patriarca de Moscú, Cirilo
Esta última reunión se extendió por 40 minutos. Díaz-Canel llegó al Vaticano acompañado de su esposa, Lis Cuesta Peraza. El primer encuentro fue en el despacho adyacente al aula Pablo VI donde se intercambiaron regalos. Francisco le obsequió a Canel una obra de arte de bronce que representa a una paloma portando una rama de olivo. Por su parte, el presidente cubano le regaló al Papa una escultura en plata, bronce y madera denominada como “El Lector”.
El Papa le dijo a Canel “me encanta verlo aquí, me encanta que haya venido”, mientras que el presidente le comentó que “me encanta verlo recuperado. Muchas gracias por arreglar este encuentro”. Después de la visita con el Papa, Díaz-Canel se reunió en la Secretaría de Estado con el cardenal Pietro Parolin, donde se conversaron temas como la liberación de los presos políticos.
Manifestaciones y críticas

Mientras Díaz-Canel era recibido por el monseñor Leonardo Sapienza, a pocos metros de él un grupo de cubanos se manifestaban en contra de este encuentro. Los protestantes portaban banderas cubanas y gritaban consignas en contra del régimen comunista, la represión política y la “legitimación” del Vaticano al gobierno de Canel.
“El único tema que tiene sentido entre su santidad y los criminales en el poder en Cuba, son los derechos humanos, la libertad de los presos políticos en Cuba y el fin de la impunidad. Nada más tiene sentido”, dijo Rosa María Payá, fundadora de Cuba Decide.