El sumo pontífice señaló este domingo que la iglesia católica está abierta a todos y no es una empresa a la que se tiene que pedir permiso para entrar. En un punto de prensa, tras asistir a la Jornada Mundial de la Juventud, en Lisboa, reiteró la importancia de recibir en la casa de el Señor a todas las personas.
“Todos eligen a Dios por su propio camino y la Iglesia los guía. A mí no me gusta decir a unos sí a otros no. Cada uno busca la manera de ir adelante”, sostuvo minutos antes de abordar un avión, según reporta EFE.
Jorge Mario Bergoglio, nombre de pila del papa Francisco, enfatizó además que para Dios todos los hombres son iguales. Razón por la cual albergar a cualquier persona es un principio que debe prevalecer por encima de normas o legislaciones.
“El Evangelio es para todos. Es un principio que me mueve mucho y que es mi filosofía. Jesús dice: ‘Vayan a traerme a todos, sanos y enfermos, justos y pecadores’. A todos. Y acá adentro vienen todos”, afirmó.
Asimismo, dijo que “si la Iglesia no tiene esto que Jesús le enseñó, no es Iglesia. Todos tienen que sentirse dentro. No podemos claudicar de eso, porque el Señor nos lo enseñó“.
“Está abierta a todos, también a los homosexuales”, enfatizó el sumo pontífice, abrazando desde el amor a toda la comunidad. “Por eso, no me preocupa que algunos me echen en cara que recibo en la audiencia general de los miércoles a transexuales”, manifestó.
Es importante destacar que esta declaraciones del papa Francisco se producen luego de que un periodista cuestionará su postura, alegando que cómo podía englobar a “todos” cuando las personas LGBTQ y las mujeres están excluidas de los sacramentos.
“¿Por qué los homosexuales no? ¡Todos! Y el Señor es claro: enfermos, sanos, viejos y jóvenes, feos y hermosos, buenos y malos”, aseveró el líder de la Ciudad del Vaticano.