Gonkoken nanoi es el nombre de esta nueva especie de dinosaurio correspondiente a un linaje ancestral de los hadrosaurios, grupo conocido también como dinosaurios pico de pato.
El hallazgo fue publicado por la revista Science Advances y reveló que la Patagonia chilena fue un refugio para estas formas primitivas de hadrosaurios, las cuales habrían migrado hacia el Hemisferio Sur mucho antes que formas más avanzadas.
El descubrimiento se produjo el 2013 mediante una expedición del Instituto Antártico Chileno (INACH), la cual descubrió fragmentos de huesos amarillentos en el fondo de una ladera en el sector del Valle del Río de Las Chinas, zona cercana a las Torres del Paine.

Tras casi una década de trabajo, el académico de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile, y director de la Red Paleontológica, Alexander Vargas, dijo que “estos eran dinosaurios de apariencia esbelta, que podían adoptar fácilmente tanto una postura bípeda como cuadrúpeda para alcanzar vegetación en altura y a ras de suelo“.
Estas especies “tenían grandes picos aplanados en el extremo, semejantes a un pato (de ahí su nombre popular), pero con bordes más cortantes y enormes baterías dentales en sus mandíbulas, formadas por numerosas corridas de cientos de dientes con las cuales podían moler, triturar y cortar prácticamente cualquier material vegetal, incluyendo madera“.
La denominación “Gonkoken” tiene su origen en la lengua Aónikenk (Tehuelches del sur), pueblo originario que habitó esta zona hasta fines del siglo XIX. Gonkoken significa ‘parecido al pato silvestre o al cisne’. En cuanto al término ‘nanoi’, se utilizó para reconocer a Mario ‘nano’ Ulloa, antiguo puestero de la Estancia Las Chinas, quién fue de gran apoyo logístico en los primeros descubrimientos de animales y plantas fósiles en esta zona.