La ficción cada vez se mezcla más con la realidad en las redes sociales. Y ahora los usuarios, a veces sin saberlo, pueden toparse con “influencers” (la inmensa mayoría mujeres) generadas con inteligencia artificial (IA), o incluso chatear con dobles digitales de famosos.
Es el caso de Lil Miquela, que tiene 3,6 millones de seguidores en TikTok y 2,6 millones en Instagram. Puede cobrar hasta diez mil dólares por una publicación en esta plataforma y hasta se ha sacado fotos con la cantante Rosalía, quien también posteó la foto en sus propias redes.
Otra influencer es Shudu, cuenta con 241 mil seguidores y se define como “la primera supermodelo digital del mundo”. Ha participado con marcas como Fenty Beauty de Rihanna y la casa de moda Balmain.
Frente a esta realidad, muchos informes plantean que no es de extrañar que las agencias de modelos de IA quieran participar y obtener “frutos” de la economía de los creadores, que el año pasado estaba valorada en 250.000 millones de dólares.
Con voz y vida propia
¿Pero quiénes son estos influencers? Según un informe difundido por la empresa Emerald Insights, estos personajes virtuales creados con IA son entes digitales diseñados a partir de técnicas de aprendizaje automático. Están elaborados con un alto nivel de detalle para lograr una apariencia cercana a la realidad, es decir, no son simplemente representaciones visuales, sino que funcionan mediante avanzados algoritmos de IA que definen su voz, reacciones y diálogos.
Tal ha sido la popularidad que han alcanzado, de acuerdo al Informe de Benchmark de Marketing de Influencers de IA 2023, que estos nuevos personajes están transformando el entorno digital, logrando impresionantes cifras millonarias. Estimado actualmente en unos US$4.500 millones, este mercado está proyectado a experimentar un crecimiento del 26% para el año 2025.
Igal Weitzman, CEO de WISE Innovation Studios, resalta los atributos de estos influencers a diferencia de los tradicionales. Entre estas características están la consistencia a la hora de difundir la marca, disponibilidad permanente y la capacidad de analizar y adaptar estrategias basadas en datos precisos y en tiempo real.
“Veremos en un tiempo no muy lejano que los mismos influencers de la vida real comenzarán a crear sus propios avatares IA nutridos con su información para generar respuestas certeras a los temas más comunes relacionados a sus fanáticos y seguidores. En cambio, estos clones con IA sí tendrán el tiempo 24/7 para contestar a sus millones de fans en todo el mundo de manera simultánea sobre sus inquietudes y requerimientos”, precisa el líder de la primera agencia de metamarketing de América Latina.
Peligros e interacción en tiempo real
Otra de sus ventajas es que pueden interactuar con los usuarios a través del contacto visual, transformándolos en seguidores de las marcas que promocionan en las redes sociales. Asimismo, pueden “conversar” con ellos gracias a los chats audibles y respuestas automatizadas en tiempo real, contestando preguntas y participando en interacciones “como lo haría un humano, tal como lo vimos recientemente en el lanzamiento de la nueva versión de Open AI. y Google AI.”, dice el experto.
A nivel de marketing, Weitzman también sostiene que es más fácil proyectar el alcance e impacto de las campañas mediante los influencers con IA. “Con algoritmos que analizan continuamente el comportamiento del público, es más sencillo predecir cómo funcionarán las campañas y ajustar el contenido en tiempo real con el propósito de maximizar la influencia”, comenta el CEO de WISE Innovation Studios.
Aunque es claro que esta nueva industria se proyecta auspiciosa, el ejecutivo, finalmente, precisa que existen peligros o riesgos que se deben tomar en cuenta a la hora de interactuar con este tipo de influencers. La clave, señala el CEO de Wise, está en vincularse con cuentas verificadas.
“Los riesgos incluyen la falta de autenticidad. Esto se explica porque estos personajes creados con IA no siempre pueden conectar emocionalmente con los usuarios de la misma manera que lo haría una persona real. También existe el peligro de manipulación y la propagación de desinformación, por lo que es fundamental manejar el tema de manera ética y transparente”, asegura el especialista en IA y marketing digital.