Según la agencia británica Reuters, la salida del CEO de OpenAI, Sam Altman, habría sido motivada por una carta de advertencia enviada por algunos investigadores de la empresa. En la misiva, se alertaba sobre un descubrimiento que “podría poner en peligro la existencia de la humanidad”.
Justo cuando creíamos que la polémica en torno al inesperado despido y posterior reincorporación del CEO de OpenAI, no podía volverse más peculiar, continúa sorprendiéndonos. Y es que este miércoles, luego que se informara el retorno del joven ejecutivo estrella, la empresa matriz anunció que llevaría a cabo una investigación interna sobre las verdaderas razones que llevaron al directorio a separarlo el viernes pasado de sus funciones.
Ahora, según informa en exclusiva la agencia Reuters, dos fuentes independientes con conocimiento del asunto revelan que uno de los desencadenantes fue una carta enviada por un grupo de investigadores de OpenAI al directorio. En dicha carta, se advertía sobre un significativo hallazgo en inteligencia artificial que “podría poner en peligro la existencia de la humanidad”.

Aunque no pudieron obtener una copia de la carta y los empleados que la firmaron no hicieron comentarios, la agencia británica reportó a su equipo que la carta en cuestión estaba relacionada con un proyecto de inteligencia artificial llamado Q* (pronunciado Q-Star), y que fue este proyecto lo que desencadenó las acciones del directorio contra Altman.
Q* parece ser un proyecto destinado a desarrollar una superinteligencia, es decir, una inteligencia artificial general (IAG en inglés), un tipo de IA que la empresa define como “más inteligente que los humanos.
Según la revista especializada Computer Hoy, una AGI es “un tipo de IA que permite comprender, aprender y realizar tareas intelectuales de forma muy parecida al cerebro humano. En otras palabras, es la capacidad de la IA de aprender del mismo modo que los humanos”.
Este tipo de inteligencia, cuyo fin es tratar de imitar incluso un nivel de conciencia, se trataba como un proyecto muy lejano todavía. Sin embargo, una de las fuentes consultadas por Reuters indicó que los vastos recursos proporcionados a la empresa en el último año les permitieron hacer rápidos avances en el área, alcanzando ya una mente con la capacidad matemática de un niño en edad escolar, según recoge BioBio.